“Animales fantásticos y dónde encontrarlos” nos enseña cómo ser amables con los animales
El pasado mes, la nueva historia de J.K. Rowling, Animales fantásticos y dónde encontrarlos, debutó en la gran pantalla.
La película, protagonizada por Eddie Redmayne y Katherine Waterson, se desarrolla en la ciudad de Nueva York en los años veinte, siete décadas antes de las aventuras de Harry Potter y cuenta la historia de un joven mago de visita en los Estados Unidos, Newt Scamander.
Desde el principio, está claro que Newt, armado con una misteriosa maleta, es un apasionado por la protección de las criaturas mágicas en peligro, a las que considera incomprendidas.
De hecho, él sólo llega a Nueva York de camino a Arizona, donde liberará en su hábitat nativo a Frank, un thunderbird rescatado de traficantes en Egipto.
Desafortunadamente, muchas criaturas mágicas escapan de su maleta. Esto obliga a Newt a emprender una aventura para encontrarlos y así evitar que sean destruidos por los magos que les temen.
Newt Scamander es un Hufflepuff de la casa de Hogwarts conocida por su amabilidad. “Vamos a recapturar a mis criaturas antes de que se lastimen. Actualmente están en un territorio ajeno, rodeadas por miles de las criaturas más despiadadas del planeta: los humanos”, le dice Newt a Queenie, su aliada en la película.
No está claro si el personaje de Newt es vegano. Sin embargo, esta película demuestra lo que muchos de nosotros ya sabemos: los animales son dignos de consideración.
Al igual que las criaturas fantásticas de esta película, las vacas, los cerdos, las gallinas, los peces y otros animales explotados como alimento son seres incomprendidos. En lugar de verlos como máquinas productoras de carne, huevos y leche, los seres humanos debemos respetarlos y dejarlos disfrutar de su vida en paz.
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