Carne cultivada: el futuro de la alimentación llega a Singapur

Carne cultivada: el futuro de la alimentación llega a Singapur

  • Paulina Quintana
  • Paulina Quintana

Singapur se convirtió en el primer país del mundo en aprobar la venta de carne de pollo cultivada a partir de células animales, conocida como carne cultivada o carne de laboratorio. 

De acuerdo con The Guardian, los nuggets de carne de pollo cultivada en laboratorio fueron producidos por la empresa estadounidense Eat Just, Inc. y recibieron la aprobación regulatoria por parte de la Agencia de Alimentos de Singapur, lo cual, en palabras de la empresa “podría abrir la puerta a un futuro en el que toda la carne se produzca sin matar animales”.

En resumen, la carne cultivada se elabora directamente a partir de células madre de animales vivos. Estas se toman de forma no invasiva con una aguja y un anestésico local. Las células se separan entre sí y luego se colocan en un biorreactor de proliferación que crea entornos con todas las vitaminas, minerales, sales, fuentes de energía y aminoácidos que las células necesitan para crecer. Una vez que las células han proliferado, se transfieren a un biorreactor de perfusión junto con estructuras de origen vegetal. El resultado es carne real (con sabor y textura iguales) pero producida sin la necesidad de matar a ningún animal y sin riesgos para la salud. Desarrollar una tira de carne de pollo cultivada tarda entre cuatro y seis semanas en desarrollarse y una hamburguesa de carne de vaca requiere de nueve semanas de producción.

El futuro de los alimentos

A pesar de que la carne cultivada a partir de células lleva tiempo desarrollándose, hoy en día escuchamos cada vez más sobre su producción. Antes de Eat Just, la compañía Shiok Meat (también en Singapur) debutó como la primera empresa en el mundo en crear carne de crustáceos a base de células, pues desde el año 2019 lanzó su primer prototipo de carne de camarón. Desde entonces, varias empresas se han interesado en estos productos.

Además de evitar la matanza innecesaria de millones de animales, los alimentos desarrollados a partir de células son más sostenibles. De hecho, un estudio publicado por Science Daily indica que la producción de la carne de laboratorio requiere 99% menos uso de tierra y genera 96% menos emisiones de gases de efecto invernadero, en comparación con el sistema alimentario actual, que utiliza grandes cantidades de recursos naturales.

Al igual que la tendencia mundial del mercado plant-based, la carne cultivada se suma al esfuerzo por ofrecer alternativas innovadoras a los consumidores que buscan alimentos más seguros y sostenibles.

De acuerdo con una investigación de mercado global realizada por Packaged Facts, los consumidores más jóvenes, en particular los que tienen entre 18 y 44 años, son los más dispuestos a comprar y comer productos con carne de origen vegetal. Las principales razones de estas preferencias son la salud, la crueldad y el abuso en las granjas industriales y la huella de carbono de la producción industrial de alimentos de origen animal.

Sin duda, estamos viviendo un momento histórico para la humanidad, y es necesario innovar con el objetivo de cuidar el ambiente, nuestra salud y a todos los seres con los que compartimos el planeta. Este es un enorme progreso: la carne cultivada tiene el potencial de reducir el impacto ambiental negativo, así como la sobreexplotación de recursos naturales. Al tratarse de una carne que crece de forma rápida y en un entorno seguro, se evitaría el uso de antibióticos y se pondría fin al confinamiento de animales, por lo que también disminuiría el riesgo de nuevos brotes de enfermedades zoonóticas, como la gripe porcina o la enfermedad por coronavirus (COVID-19).

Afortunadamente, no tenemos que esperar: podemos iniciar el camino hacia un sistema más amable y sostenible desde ahora al elegir más alimentos a base de plantas.

 

Imagen: The Guardian